Safety First: cuando la economía será salvada por la PRL

Cada día he tomado una costumbre que es obligada: mirar las tasas de contagio Covid-19 en los municipios donde más relación tengo.

Ver en las estadísticas hacia dónde nos dirigimos en esta pandemia es un hábito adquirido por cualquier prevencionista, y esta cotidianidad te da mucha información acerca de lo que está pasando y las diferencias de gestión entre países y dentro de España, entre las Comunidades Autónomas.

La tasa de contagio está disparada en algunos municipios y distritos de Madrid desde el mes de julio y ha ido creciendo de una manera descontrolada desde entonces. En la calma del verano, a finales de Julio, recuerdo en las noticias el confinamiento de Totana, un municipio de 32000 habitantes en Murcia, que se confinó totalmente con una tasa de 403 un poco mas de dos semanas.

Ese tiempo, esa medida tan poco popular, redujo la tasa a 150 durante ese periodo y la subida posterior ha sido menor. Desde entonces, el municipio no se ha vuelto a confinar, aunque su tasa haya ido en aumento.

Las tasas, unos indicadores clave en el avance de la pandemia, han sido las grandes olvidadas hasta ahora, que se les está prestando un poco más de atención.

De una manera pura, las tasas son indicadores de resultado, indican los casos positivos de Covid-19 confirmados por 100.000 habitantes, y así se calculan en cada población o área sanitaria.

Sin embargo, en este caso, podemos considerarlas como indicadores predictivos, pues el resultado es la foto de hace dos semanas, debido al tiempo que necesita el virus para incubarse, desarrollarse y expandirse, por lo que reflejan el pasado y nos adelantan los resultados futuros, especialmente si sabemos “leer” el tipo de progresión de los datos que hay en el ámbito de contagio sanitario.

Es claro y no hay discusión en que invertir recursos en conocer el dato de la tasa lo mas fiable posible es beneficioso; con detección y rastreo, cuanto más invierta en ella, mejor información para la toma de decisiones posteriores se podrá disponer.

Actualmente donde vivo, las tasas a dos semanas superan la cifra de 1000 en algunos municipios y distritos de Madrid. Los datos ya indicaban que a mediados de Agosto ya se habían alcanzado cifras próximas a 400, pero no se tomaron medidas restrictivas. Hubieran sido medidas no populares.

En España, las medidas de seguridad no son populares en general. Es nuestra cultura. Por supuesto, varia en función de las empresas, sectores, proyectos e incluso regiones. Durante cierto tiempo viajé por España y la cultura de PRL es muy diferente de un lugar a otro.

En 20 años de profesión, apenas recuerdo que tomar medidas acerca de la seguridad y salud, nunca han sido populares a nivel general, reconociendo que en ciertos ámbitos y proyectos ha sido considerada una insignia de valor de la cultura de hacer bien las cosas y que eso ha ayudado a asentar una cultura mejorada para el resto en sus negocios y actividades.

Es más, la PRL o SST, siempre hemos sido aquella área de la empresa que culturalmente no éramos los más apreciados, ha costado un camino de tiempo y de personas para que la visión fuera cambiando, avanzando hacia un mayor nivel cultural, pues los beneficios de evitar accidentes no eran tan tangibles o tan evidentes para apostar por ellos.

Hoy, con Covid-19, la PRL ha saltado fuera del área donde estaba confinada, en la parte productiva de cualquier actividad empresarial y se ha convertido en un elemento trasversal e indispensable. Nadie concibe una actividad sin medidas de seguridad y salud, y sabemos que las medidas tanto técnicas como organizativas, tienen su efecto directo en la supervivencia de cualquier actividad, hoy más que nunca.

Ahora somos capaces de visualizar aquellas relaciones causales directas que está provocando la falta de medidas de seguridad y salud, y cómo afectarán a la salud y economía local, nacional y global. Ya no hay necesidad de creer, es tangible.

Estatua de Freddy Mercury en Montreux (Suiza).

La PRL puede reducir en esta pandemia los daños de la falta de medidas de seguridad, daños que sufriremos y que van a tener un coste, tanto de salud como económicos.

Espero que los que toman las medidas lo sepan visualizar, aunque tengan que ser medidas no populares, porque los daños se avecinan grandes y muy costosos en esta segunda oleada. Safety First!