Retomando las palabras: la #vueltasegura

Después de un parón de este blog, donde han ocurrido muchas cosas, principalmente COVID-19, hemos logrado superar la enfermedad en la primera ola. Tras unos meses intensos, en los que la transformación digital, la adaptación y la contingencia han sido tan absorbentes, vuelvo a retomar las palabras y retomo los contenidos de liderazgo en SST, tan necesarios en estos tiempos.

Vivimos unos tiempos de oportunidad increibles para la seguridad y salud en el trabajo, pues han inundado literalmente todo nuestro mundo. Las actividades empresariales no van a poder sostenerse si no van de la mano de la prevención del contagio de COVID-19. Muchos sectores productivos están realizando adaptaciones que van a cambiar su cultura de SST, cambios que pasados los años, nos daremos cuenta de que han cambiado la sociedad.

Y dentro de esos sectores que están cambiando, la SST ha llegado a los planes de contingencia COVID de los centros escolares, desde las etapas educativas de infantil a la universidad. A través de las diferentes instrucciones que se han desarrollado en las consejerías de educación de las Comunidades Autónomas, han ido surgiendo una variable de medidas de seguridad e higiene que deben ser implantadas en los centros educativos.

Tal oportunidad, la invasión de la seguridad y salud en las escuelas, ha sido el sueño de muchos prevencionistas y expertos de seguridad y salud, desde hace muchos años. Pues bien, COVID-19, nos da la oportunidad de llegar a miles de ámbitos que antes no pensábamos que ibamos a llegar.

La economía de muchas empresas, el tejido empresarial de nuestro país, no aguantará un segundo confinamiento. Una buena planificación y ejecución de las medidas de prevención y contención del contagio del coronavirus van a ser decisivas, por lo que tanto la educación como el resto de sectores deben planificar y ejecutar buenos planes de contingencia.

Y es más, esos planes, deben ser fácilmente entendibles por una población que no está acostumbrada a mantener de una manera constante en su trabajo ni en sus actividades como las escolares, medidas de seguridad e higiene que pueden determinar consecuencias graves, tanto en su salud como en su supervivencia económica.

Avanzando aún más, hay colectivos para los que los planes de contingencia son muy difíciles de llevarse a cabo, especialmente para las personas con diversidad funcional. La accesibilidad cognitiva, la sencillez y claridad de las instrucciones y los protocolos de seguridad de los planes de contingencia deberán diseñarse bajo un principio de “diseño para todos”.

Aquí os traigo un ejemplo que desde Fundación ConecTEA hemos elaborado para la #vueltasegura, con un Plan de Contingencia accesible, que explicamos ahondando más en los conceptos de seguridad y salud para personas con #autismo y con diversidad funcional.

#safetyfirst